Una joven de Gerli subió al podio en su primer torneo de natación en aguas abiertas

“No se puede”, “hasta acá llegué” o “no lo voy a intentar”, son frases que están totalmente anuladas en el vocabulario de Ornella London, nadadora y vecina de Gerli, de 22 años de edad, quien volvió a demostrar sus ansias de superación en su última travesía.

Apasionada por los deportes, Ornella participó, el pasado domingo 7 de marzo, en una competencia de natación en aguas abiertas, una experiencia que hasta aquí jamás había probado en su vida.

“Empecé a nadar en la pileta de un gimnasio y ahora continúo con las prácticas en el Club Social Lanús, pero no conocía la sensación de hacerlo en aguas abiertas y lo quería probar como sea”, relató la joven al diario La Ciudad de Avellaneda. “Ejercité muy duro durante un mes, intercalando crossfit con natación. Tuve mucha ayuda, ya sea física como psicológica, de parte de mis profesores. Estoy muy agradecida a ellos y todos lo que me apoyaron”, expresó.

 

La hora de la verdad
Al llegar el día tan esperado, Ornella, junto a Lucía, su inseparable amiga, arribó bien temprano a “Los lagos del rocío”, en Benavídez, provincia de Buenos Aires, donde se realizó la carrera de 700 metros y en la que participaron 30 nadadoras.
“Al principio estaba tranquila, pero luego, ya flotando para arrancar y buscando una posición acorde y cómoda para la salida, se me cruzaron por la cabeza un montón de sensaciones”, contó. Y con la mirada transportándose a ese momento, añadió: “Largué sobre un costado para alejarme de las otros competidoras y evitar chocarnos. Por suerte arranqué concentrada, a buen ritmo y sin mayores problemas, pero a mitad de camino pensaba: ¿qué hago acá, por qué no estoy en mi casa tirada en el sillón, mirando la tele?”, confesó entre risas.

Finalmente, después de 14 minutos y 30 segundos de nadar arduamente y “a ciegas” (dentro del lago “no hay forma de visualizar las boyas que marcan la ruta”) Ornella llegó a la meta. “En un segundo pude ver un tumulto de personas y escuché el grito de mi amiga llamándome, que fue lo que logró guiarme a la salida”, explicó emocionada.

 

Una sensación inexplicable
“Fue maravilloso lo que viví y no me arrepiento de haberlo hecho. Salí totalmente acalambrada y agotada, pero muy feliz”, sentenció.

Ya en tierra firme, sin conocer la posición que había obtenido pero satisfecha por lo logrado esa mañana, Ornella decidió quedarse a mirar la carrera siguiente de 2000 metros y a disfrutar del paisaje que regalaba Benavídez. Fue allí cuando escuchó que anunciaban las integrantes del podio y la nombraban en el tercer puesto. “No lo podía creer, ni me lo esperaba. Mi amiga se puso a llorar y yo hasta tardé como tres días en caer. En mi primera competencia en aguas abiertas que haya podido alcanzar el podio fue increíble y hermoso”, describió.

 

Las metas futuras
¿Quedarse quieta? ¿Descansar? Imposible para ella. En lo inmediato, Ornella se prepara para afrontar el exigente examen de ingreso del curso de guardavidas. “El mar y todo lo que rodea a ese mundo me fascina, entonces ingresar al curso sería otra meta por cumplir”, afirmó. Y sobre la posibilidad de participar en otra competencia de aguas abiertas, adelantó: “Me encantaría y sé que voy a hacerlo. Apenas pueda, estaré nuevamente tirada en el agua, sin importar cuál o en qué época. Además, me quedé con muchas ganas de nadar en el circuito más largo”, señaló.

Así es Ornella London, sin límites para el esfuerzo y con las metas bien claras en su vida. Una chica que sabe lo que quiere y que, sin importar que sea por tierra o agua, va en busca de sus sueños.

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