Eugenia Faggi: De la natación a ser campeona sudamericana de canotaje
Docente, nadadora y vecina de Villa Dominico, Eugenia Faggi llegaba hace cuatro años con sus alumnos a la Escuela Municipal de Canotaje (EMCA) de La Saladita para un paseo, cuando quedó atrapada por la naturaleza que ofrecía el espejo de agua y por las bondades de un deporte que, si bien conocía, no practicaba.
Sin embargo, la falta de experiencia en este deporte la suplió con esfuerzo, trabajo y dedicación, para que sus logros comenzaran a llegar y trascender las fronteras. Tras buenas performances a nivel provincial y nacional, Faggi llegó con todas las expectativas al Sudamericano de Uruguay, disputado del 16 al 19 de diciembre pasados, donde obtuvo dos medallas doradas, en K1 en 200 y en 500 metros, y una de plata en K2 mixto (200 metros) junto a Sebastián Ramírez.
“Al Sudamericano fuimos por todo”, dijo a La Ciudad la propia Eugenia Faggi al referirse a las expectativas con las que “cruzó el charco” para la competencia internacional.
“En el torneo argentino nos fue muy bien y con mi entrenadora, Fernanda Sonsini, nos dedicamos a trabajar ciento por ciento para el Sudamericano -remarcó- fueron tres meses, de lunes a sábado, pensando solo en la competencia de Uruguay”.
En ese trayecto, no solo estuvo acompañada por Sonsini, sino por todo un equipo compuesto de nutricionista, psicóloga y osteópata, entre otros, y que solventó de su propio bolsillo. “Ellos son parte de mis medallas, porque yo solo pongo el cuerpo, pero a mi cuerpo me lo cuidan entre todos”, afirmó.
Además, Faggi también destacó a aquellos que hicieron posible que tanto esfuerzo no sea en vano porque, según explicó, “al Sudamericano llegamos gracias a una rifa y al EMCA, que es nuestra casa y que siempre es bueno remarcar que es gratuita”.
“Es increíble cómo las redes sociales mueven masas, porque ha comprado gente que no conozco y que ni siquiera era de Avellaneda”, expresó agradecida.
“La falta de apoyo económico desde la Federación Argentina para abajo, hizo que sin esta rifa se hubiese complicado mucho viajar a Uruguay”, explicó Faggi, quien en plena pandemia tuvo que agregar a los “costos” habituales, como hospedaje, pasajes y alimentación, los test de PCR que eran requeridos para ingresar al vecino país.
En ese sentido, el económico, los planes para este 2022 aún no están definidos porque el Sudamericano se disputará en la ciudad colombiana de Cali y, si costó tanto llegar a Uruguay, el nuevo destino pone un desafío monetario mucho mayor que el deportivo.
“Este año seguro no haya Sudamericano para mí, pero si en 2023, que se va a hacer más cerca. Este año me volcaré a la competencia de la Federación Bonaerense, apuntando a llegar al año próximo con muchas cosa para aprender y mejorar”, sostuvo Eugenia Faggi.
Sin embargo, no deja de soñar con la posibilidad de defender sus medallas en aguas colombianas. “Las ganas de competir están siempre, uno como deportista amateur si sale algo lo intenta. Por ahora sabemos que Cali no va ser, pero si aparece otra oportunidad iremos por ella”, comentó soñando con algún sponsor que pueda hacérselo realidad.
Ventajas de la escuela municipal
El ámbito de entrenamiento también ayuda, sin duda, a que todo sea gran disfrute. “El contacto con la naturaleza, con el agua, con el aire libre”, como bien menciona Faggi, son algunos de los ingredientes que se suman a la cordialidad y el trato que se brinda en la Escuela Municipal de Canotaje. “Tenemos una laguna que no toda la gente de Avellaneda conoce o disfruta y la EMCA es un espacio donde te dan todo; llegás por primera vez y te explican todo, te dan el bote, la pala, el chaleco y te enseñan a remar, es algo único”, sentenció.
Además, remarcó que, pese a que es un deporte individual, nunca se está solo porque “hay camaradería en todos lados, te pasó algo con el bote, se te ayuda; necesitás una charla, se charla; siempre hay alguien dispuesto a ayudar al otro, eso lo logra el EMCA”.
“Yo me dediqué a la a natación toda la vida, hasta que conocí la laguna y me pasé a canotaje. Fue hace cuatro años, yo soy vieja abajo del agua, pero nueva arriba”, graficó Faggi al referirse a su nueva pasión, surgida a sus 36 años.
“Tengo 40 años, empecé de grande y por eso digo que no hay edad para empezar”, remarcó.
Eugenia llegó al lugar, como toda “profe” de escuela de la zona, a pasar el día con sus alumnos y ya no se quiso ir. De hecho, es la referente del EMCA en “kayak polo”, una de las actividades que allí se practican.
Un día en la vida de esta deportista no tiene pausa. Desde muy temprano hace su rutina de gimnasio en su propio hogar, luego va a ejercer durante ocho horas su profesión de profesora de educación física, para luego ir a entrenar a la laguna.
Una de vida de sacrificio, de trabajo y de esfuerzo que no solo tuvo su recompensa en Uruguay, con las medallas en el Sudamericano, sino que la tiene día a día en su querida Escuela Municipal de Canotaje y en la naturaleza de la laguna.